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lunes, 31 de marzo de 2014

'A un olmo seco' con locución de Miguel Ángel Hernández

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A UN OLMO SECO

Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 

con las lluvias de abril y el sol de mayo 

algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina 

que lame el Duero! Un musgo amarillento 

le mancha la corteza blanquecina 

al tronco carcomido y polvoriento.

  No será, cual los álamos cantores 

que guardan el camino y la ribera, 

habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera 

va trepando por él, y en sus entrañas 

urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero, 

con su hacha el leñador, y el carpintero 

te convierta en melena de campana, 

lanza de carro o yugo de carreta; 

antes que rojo en el hogar, mañana, 

ardas en alguna mísera caseta, 

al borde de un camino; 

antes que te descuaje un torbellino 

y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas,  
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera
otroa 
otro
otro milagro de la primavera.




autógrafo
"A un olmo seco", escrito por Antonio Machado, en Soria, en el año 1912, recitado, en conmemoración del 75 aniversario de su muerte, por Miguel Ángel Hernández, con música basada en "concierto para clarinete, Adagio", de Mozart

viernes, 28 de marzo de 2014

'Mientras tanto' con locución de Philippe Requena Plot

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El estilo de este autor ha sido clasificado dentro de muchas categorías e incluso se ha dicho que muchas de sus novelas son de género incierto, sin embargo, varios autores han comentado la posible relación que existe entre sus obras y sus columnas.

La relación se puede dar por las influencias picarescas en novelas tales como Asuntos de un hidalgo disoluto, en otras palabras, se trata de la voz del narrador como crítico, satírico de los temas que se tratan; y al respecto Jiménez afirma “El límite entre lo literario y lo periodístico puede llegar a ser difuso, y según Abad sólo puede ser visible a partir de dos términos: verdad y realidad”.

Es así como la verdad y la realidad se vuelven focos de análisis para este autor, es por ello que en la entrevista concedida a Jiménez comenta que piensa en dos tipos de lectores para sus obras: "Tengo dos tipos de lector en mente, el que me odia y el que me quiere. Creo que tengo unos lectores habituados a mí, y quiero que esos lectores rompan ese horizonte de expectativa. Me parece que a los lectores hay que darles un remezón, hay que desconcertarlos, para que te sigan leyendo y no piensen que todo está dicho".

Por lo tanto, se puede ver que por medio de la verdad (mayormente en sus columnas) y las distorsiones de la realidad, Faciolince apunta a cautivar al lector en una continua renovación del interés por el tema en cuestión. Cuando parece que Abad Faciolince se desprende de los géneros literarios, lo que hace es navegar por ellos en busca de una constante innovación digna del lector que se interesa en su estilo narrativo. En novelas tales como Angosta del, se pueden ver claramente temas como la infidelidad, el oficio de escribir, entre otros haciendo visible la estrecha unión entre los temas tratados en las columnas y las novelas y sus personajes.

Además de esto a Héctor Abad Faciolince se lo ha catalogado para posibles nuevos cánones de la literatura latinoamericana y colombiana. Rivera al respecto propone la denominada «generación mutante» compuesta de los autores: Julio César Londoño, Rigoberto Gil Montoya, Santiago Gamboa, Octavio Escobar Giraldo, Philip Potdevin, Héctor Abad Faciolince y Jorge Franco Ramos, en donde los aspectos fundamentales para este grupo son la remitologización de temáticas universales, la revisitación del pasado, la hibridación de la cultura popular y lo urbano, el escepticismo ideológico e ironía crítica, la literatura sin pretensiones regionales, nacionales o universales, la muerte del autor y la relación de la literatura y el hombre con las tecnologías virtuales. O así mismo, es importante ver cómo Escobar realiza una clara selección de cuatro autores que considera representativos de Colombia en su libro Cuatro náufragos de la palabra, en donde habla de que ellos “revelan parte de a esencia de nuestra cultura”.



"Mientras tanto", incluido en el libro "el amanecer de un marido" de Héctor Abad Faciolince, editado por Seix Barral, en Barcelona, en el año 2008, con locución de Philippe Requena Plot, con música basada en "four short pieces", de Albrecht Maurer


jueves, 20 de marzo de 2014

'Tengo mucho que contarle' con locución de Rocío Fernández García

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Sobre Luigi Pirandello

Luigi Pirandello (Agrigento, Sicilia, Italia, 28 de junio de 1867 - Roma, Italia, 10 de diciembre de 1936) fue un reconocido dramaturgo, novelista y escritor de relatos cortos italiano, ganador en 1934 del Premio Nobel de Literatura.

Inició su educación en su propia casa, pasando después a estudiar en Palermo y derecho en Roma. Obtuvo el doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad de Bonn. A continuación dio clases en un Instituto de Roma y comenzó su actividad literaria publicando poesías, ensayos y relatos en diversos periódicos. Se inició en la narrativa, para posteriormente dedicarse al teatro, siendo director del Teatro D´Arte de Roma y de los de Turín y Milán.

Novelista, poeta y autor de relatos cortos, es fundamentalmente conocido como dramaturgo, siendo el más importante dramaturgo “entre guerras” y precursor del teatro del absurdo y del existencialismo al más puro estilo de Sastre. Su profundo pesimismo sobre la condición humana, hace que su teatro esté basado en la continua oposición entre la realidad y las apariencias, que en muchas ocasiones se expresa a través del humor. Le fue concedido el Premio Nobel de Literatura en 1934, pero por su narrativa.


"Tengo mucho que contarle", de Luigi Pirandello, traducido por Marilena de Chiara, de su libro "cuentos para un año", tomo 3º, publicado por Editorial Nórdic a, en su colección "otras latitudes", con locución de Rocío Fernández García, y música basada en "cuarteto de cuerda nº 16 en fa mayor, op.135" de Beethoven.


viernes, 14 de marzo de 2014

'Los mártires' con locución de Paqui Padilla Navarro


"Los mártires", de Anton Chejov, de su libro "la tristeza y otros cuentos", publicado por Editorial Paréntesis, en Sevilla, el año 2014, con traducción de N . Tasin, con locución de Paqui Padilla Navarro, y música basada en "wind quintet op. 67" de Franz Danzi, por Soni Ventorum Wind Quintet

Los mártiresAnton Chejov


Lisa Kudrinsky, una señora joven y muy cortejada, se ha puesto de pronto tan enferma, que su marido se ha quedado en casa en vez de irse a la oficina, y le ha telegrafiado a su madre.

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He aquí cómo cuenta la señora Lisa la historia de su enfermedad:

-Después de pasar una semana en la quinta de mi tía me fui a casa de mi prima Varia. Aunque su marido es un déspota -¡yo lo mataría!- hemos pasado unos días deliciosos. La otra noche dimos una función de aficionados, en la que tomé yo parte. Representamos Un escándalo en el gran mundo. Frustalev estuvo muy bien. En un entreacto bebí un poco de limón helado con coñac. Es una mezcla que sabe a champagne. Al parecer no me sentó mal. Al día siguiente hicimos una excursión a caballo. La mañana era un poco húmeda y me resfrié. Hoy he venido a ver a mi pobre maridito y a llevarme el traje de seda. No había hecho más que llegar, cuando he sentido unos espasmos en el estómago y unos dolores... Creí que me moría. Varia, ¡claro!, se ha asustado mucho; ha empezado a tirarse de los pelos, ha mandado por el médico. ¡Han sido unos momentos terribles!

Tal es el relato que la pobre enferma les hace a todos sus visitantes.

Después de la visita del médico se duerme con el sosegado sueño de los justos, y no se despierta en seis horas.

En el reloj acaban de dar las dos de la mañana. La luz de una lámpara con pantalla azul alumbra débilmente la estancia. Lisa, envuelta en un blanco peinador de seda y tocada con un coquetón gorro de encaje, entreabre los ojos y suspira. A los pies de la cama está sentado su marido, Visili Stepanovich. Al pobre le colma de felicidad la presencia de su mujer, casi siempre ausente de casa; pero, al mismo tiempo, su enfermedad le desasosiega en extremo.

-¿Qué tal, querida? ¿Estás mejor? -le pregunta muy quedo.

-¡Un poco mejor! -gime ella-. ¡Ya no tengo espasmos; pero no puedo dormir!...

-¿Quieres que te cambie la compresa, ángel mío?

Lisa se incorpora con lentitud, pintado un intenso sufrimiento en la faz, e inclina la cabeza hacia su marido, que, sin tocar apenas su cuerpo, como si fuese algo sagrado, le cambia la compresa. El agua fría la estremece ligeramente y le arranca risitas nerviosas.

-¿Y tú, pobrecito, no has dormido? -gime, tendiéndose de nuevo.

-¿Acaso podría yo dormir estando enferma mi mujercita?

-Esto no es nada, Vasia. Son los nervios. ¡Soy una mujer tan nerviosa...! El doctor lo achaca al estómago; pero estoy segura de que se engaña. No ha comprendido mi enfermedad. Son los nervios y no el estómago, ¡te lo juro! Lo único que temo es que sobrevenga alguna complicación...

-¡No, mujer! Mañana se te habrá pasado ya todo.

-No lo espero... No me importa morirme; pero cuando pienso que tú te quedarías solo... ¡Dios mío!... ¡Ya te veo viudo!...

Aunque el amante esposo está solo casi siempre y ve muy poco a su mujer, se amilana y se aflige al oírla hablar así.

-¡Vamos, mujer! ¿Cómo se te ocurren pensamientos tan tristes? Te aseguro que mañana estarás completamente bien...

-No lo espero... Además, aunque yo me muera, la pena no te matará. Llorarás un poco y te casarás luego con otra...

El marido no encuentra palabras para protestar contra semejantes suposiciones, y se defiende con gestos y ademanes de desesperación.

-¡Bueno, bueno, me callo! -le dice su mujer-. Pero debes estar preparado...

Y piensa, cerrando los ojos: «Si efectivamente me muriera...»

El cuadro de su propia muerte se le representa con todo lujo de detalles. En torno del lecho mortuorio lloran Vasia, su madre, su prima Varia y su marido, sus amigos, su adoradores. Está pálida y bella. La amortajan con un vestido color de rosa, que le sienta a las mil maravillas, y la colocan sobre un verdadero tapiz de flores, en un ataúd magnífico, con aplicaciones doradas. Huele a incienso; arden las velas funerarias. Su marido la mira a través de las lágrimas. Sus adoradores la contemplan con admiración. «Se diría -murmuran- que está viva. ¡Hasta en el ataúd está bella!» Toda la ciudad se conduele de su fin prematuro... El ataúd es transportado a la iglesia por sus adoradores, entre los que va el estudiante de ojos negros que le aconsejó que bebiese la limonada con coñac... Es lástima que no acompañe a la procesión fúnebre una banda de música... Después de la misa, todos rodean el ataúd y se oyen los adioses supremos. Llantos, sollozos, escenas dramáticas... Luego, el cementerio. Cierran el ataúd...

Lisa se estremece y abre los ojos.

-¿Estás ahí, Vasia? -pregunta-. ¡No hago más que pensar cosas tristes, no puedo dormir!... ¡Ten piedad de mí, Vasia, y cuéntame algo interesante!

-¿Qué quieres que te cuente, querida?

-Una historia de amor -contesta con voz moribunda la enferma-, una anécdota....

Vasili Stepanovich hasta bailaría de coronilla con tal de ahuyentar los pensamientos tristes de su mujer.

-Bueno; voy a imitar a un relojero judío.

El amante esposo pone una cara muy graciosa de judío viejo, y se acerca a la enferma.

-¿Necesita usted, por casualidad, componer su reloj, hermosa señora? -pregunta con una pronunciación cómicamente hebrea.

-¡Sí, sí! -contesta Lisa, riendo y alargándole a su marido su relojito de oro, que ha dejado, como de costumbre, en la mesa de noche-. ¡Compóngalo, compóngalo!

Vasili Stepanovich coge el reloj, lo abre, lo examina detenidamente, encorvado y haciendo muecas, y dice:

-No tiene compostura; la máquina está hecha una lástima.

Lisa se ríe a carcajadas y aplaude.

-¡Muy bien! ¡Magnífico! -exclama-. ¡Eres un excelente artista! Haces mal en no tomar parte en nuestras funciones de aficionados. Tienes talento. Más que Sisunov. Sisunov es un joven con una vis cónica admirable. Sólo el verle la cara es morirse de risa. Figúrate una nariz apatatada, roja como una zanahoria, unos ojillos verdes... Pues ¿y el modo de andar?... Anda de un modo graciosísimo, igual que una cigüeña. Así, mira...

La enferma salta de la cama y empieza a andar descalza a través de la habitación.

-¡Salud, señoras y señores! -dice con voz de bajo, remedando al señor Sisunov-. ¿Qué hay de bueno por el mundo?

Su propia toninada la hace reír.

-¡Ja, ja, ja!

-¡Ja, ja, ja! -ríe su marido.

Y ambos, olvidada la enfermedad de ella, se ponen a jugar, a hacer niñerías, a perseguirse. El marido logra sujetar a la mujer por los encajes de la camisa y la cubre de ardientes besos.

De pronto ella se acuerda de que está gravemente enferma.

Se vuelve a acostar, la sonrisa huye de su rostro...

-¡Es imperdonable! -se lamenta-. ¡No consideras que estoy enferma!

-¿Me perdonas?

-Si me pongo peor, tú tendrás la culpa. ¡Qué malo eres!

Lisa cierra los ojos y enmudece. Se pinta de nuevo en su faz el sufrimiento. Se escapan de su pecho dolorosos gemidos. Vasia se cambia la compresa y se sienta a su cabecera, de donde no se mueve en toda la noche.

A las diez de la mañana vuelve el doctor.

-Bueno; ¿cómo van esas fuerzas? -le pregunta a la enferma, tomándole el pulso-. ¿Ha dormido usted?

-¡Se siente mal, muy mal! -susurra el marido.

Ella abre los ojos y dice con voz débil:

-Doctor, ¿podría tomar un poco de café?

-No hay inconveniente.

-¿Y me permite usted levantarme?

-Sí; pero sería mejor que guardase usted cama hoy.

-Los malditos nervios... -susurra el marido en un aparte con el médico-. La atormentan pensamientos tristes... Estoy con el alma en un hilo.

El doctor se sienta ante una mesa, se frota la frente y le receta a Lisa bromuro. Luego se despide hasta la noche.

Al mediodía se presentan los adoradores de la enferma, con cara de angustia todos ellos. Le traen flores y novelas francesas. Lisa, interesantísima con su peinador blanco y su gorro de encaje, les dirige una mirada lánguida en que se lee su escepticismo respecto a una curación próxima. La mayoría de sus adoradores no han visto nunca a su marido, a quien tratan con cierta indulgencia. Soportan su presencia armados de cristiana resignación: su común desventura les ha reunido con él junto a la cabecera de la enferma adorable.

A las seis de la tarde, Lisa torna a dormirse para no despertar hasta las dos de la mañana. Vasia, como la noche anterior, vela junto a su cabecera, le cambia la compresa, le cuenta anécdotas regocijadas.

- Pero ¿adónde vas, querida? -le pregunta Vasia, a la mañana siguiente, a su mujer, que está poniéndose el sombrero ante el espejo-. ¿Adónde vas?

Y le dirige miradas suplicantes.

- ¿Cómo que adónde voy? -contesta ella, asombrada-. ¿No te he dicho que hoy se repite la función de teatro en casa de María Lvovna?

Un cuarto de hora después toma el tole.

El marido suspira, coge la cartera y se va a la oficina. Las dos noches de vigilia le han producido un fuerte dolor de cabeza y un gran desmadejamiento.

-¿Qué le pasa a usted? -le pregunta su jefe.

Vasia hace un gesto de desesperación y ocupa su sitio habitual.

-¡Si supiera vuestra excelencia -contesta- lo que he sufrido estos dos días!... ¡Mi Lisa está enferma!

-¡Dios mío! -exclama el jefe-. ¿Lisaveta Pavlovna? ¿Y qué tiene?

El otro alza los ojos y las manos al cielo, como diciendo:

-¡Dios lo quiere!

-¿Es grave, pues, la cosa?

-¡Creo que sí!

-¡Amigo mío, yo sé lo que es eso! -suspira el alto funcionario, cerrando los ojos-. He perdido a mi esposa... ¡Es una pérdida terrible!... Pero estará mejor la señora, ¿verdad? ¿Qué médico la asiste?

-Von Sterk.

-¿Von Sterk? Yo que usted, amigo mío, llamaría a Magnus o a Semandritsky... Está usted muy pálido. Se diría que está usted enfermo también...

-Sí, excelencia... Llevo dos noches sin dormir, y he sufrido tanto...

-Pero ¿para qué ha venido usted? ¡Váyase a casa y cuídese! No hay que olvidar el proverbio latino: Mens sana in corpore sano...

Vasia se deja convencer, coge la cartera, se despide del jefe y se va a su casa a dormir.


jueves, 13 de marzo de 2014

'La fugitiva' (relato nº 32) con locución de Noelia Teruel

Rabindranath Tagore, (Calcuta, 1861 - 1941) fue un poeta bengalí, poeta filósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.

Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali.

Rabindranath Tagore ha sido para varias generaciones de amantes de la poesía y de la espiritualidad oriental una lámpara maravillosa. Sin embargo, al menos en español, los lectores del «Gitánjali», el corpus lírico fundamental del premio Nobel, poeta y pedagogo indio nacido en 1861 y muerto en 1941, seguían alumbrándose con la traducción que Zenobia Camprubí, la esposa de Juan Ramón Jiménez, hizo del inglés. Gracias a la perseverancia y la devoción del padre jesuita Manuel Díaz Gárriz, que lleva más medio siglo de misión en el estado indio de Gujarat Norte, contamos ahora con la primera versión en castellano de ños 103 poemas del «Gitánjali» traducidos directamente de la lengua en que Tagore los escribió, el bengalí.


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Relato nº 32 del libro "la fugitiva", de Rabindranath Tagore, publicado en el tomo 1 de sus obras selectas, por Edicomunicación, en Barcelona, el año 2003, con locución de Noelia Teruel, y música basada en "rain has passed" de Sergey Kovchik.

miércoles, 12 de marzo de 2014

'Un día cubierto de nubes' con locución de Noelia Teruel

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Con Lipika, Tagore introdujo un nuevo género en la literatura bengalí - la del poema en prosa sin rima - y estableció una forma que muchos escritores jóvenes iban a seguir con una serie de sketches cortos, basados ​​en los temas de los mitos, cuentos de hadas y los incidentes del mundo cotidiano, que destila su sabiduría sobre la naturaleza humana, sobre el amor, la muerte y la búsqueda de los objetivos de la vida, visto con delicadeza, humor sutil y el toque seguro que brota de un profundo entendimiento.

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"Un día cubierto de nubes", de Rabindranath Tagore, forma parte de su libro "Lipika" publicado en el tomo 1 de sus obras selectas, por Edicomunicación, en Barcelona, el año 2003, con locución de Noelia Teruel, y música basada en "violin sonata nº 3 en D menor, op.108-2-Adagio" de Johannes Brahms.

martes, 11 de marzo de 2014

'El principito (Capítulo 16)' con locución de Noelia Teruel

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El principito (en francés: Le Petit Prince) es una novela corta y la obra más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry (1900–1944). La obra fue publicada en abril de 1943 y se ha convertido en el libro en francés más leído y más traducido.

Saint-Exupéry, ganador de varios de los premios literarios más importantes de Francia y piloto militar al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, escribió e ilustró el manuscrito mientras se encontraba exiliado en los Estados Unidos luego de la Batalla de Francia. Ahí tenía la misión personal de persuadir al gobierno de dicho país para que le declarara la guerra a la Alemania nazi. En medio de una crisis personal y con la salud cada vez más deteriorada, produjo en su exilio casi la mitad de los escritos por los que sería recordado; entre ellos, El principito, un relato considerado como un libro infantil por la forma en la que está escrito pero en el que en realidad se tratan temas profundos como el sentido de la vida, la soledad, la amistad, el amor y la pérdida.

Personajes principales


El Principito: personaje principal del libro, toda la historia está basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar no como un planeta, sino como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.

El aviador: coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que ha perdido su condición pero intenta recuperarla. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: «Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"». Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.

El cordero: personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.

La caja: en un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: «Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro». Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusión a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.

La Rosa: personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito. La Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su «planeta». Ha habido otras, pero esta es la que ha «florecido» y perdura, es la metáfora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones. Es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, vanidosa, egoísta y mentirosa. Aún así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huida del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer o decir las cosas.

Los baobabs: son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: «¡Niños, atención a los baobabs!». Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.

Los volcanes: tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.

El fanal o globo: la protección, los celos o los mimos y cuidados que hay que tener para que la «Rosa» se sienta protegida y querida, aunque realmente no los necesita.

El zorro personaje medular de la historia, quien le hace ver al principito la esencia, pero también las dificultades y costos de la amistad.


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lunes, 10 de marzo de 2014

'La senda transitada' con locución de Noelia Teruel

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Sobre Rabindranath Tagore

Rabindranath Tagore, en idioma bengalí, রবীন্দ্রনাথ ঠাকুর, (Calcuta, 7 de mayo de 1861 - Calcuta, 7 de agosto de 1941) fue un poeta bengalí, poeta filósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.

Tagore revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali. Extendió el amplio arte bengalí con multitud de poemas, historias cortas, cartas, ensayos y pinturas. Fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí desafiando las severas críticas que hasta entonces lo vinculaban a unas formas clasicistas. Dos de sus canciones son ahora los himnos nacionales de Bangladés e India: el Amar Shonar Bangla y el Jana-Gana-Mana.

La poesía domina la reputación literaria de Tagore, pero también escribió novelas, ensayos, historias cortas, diarios de viaje y teatro. Suman casi un centenar de libros. También escribió numerosas canciones que compuso en su integridad él mismo.

Cuentos cortos

De la prosa de Tagore, quizás las obras que se tienen más en consideración son sus cuentos cortos. Se le atribuye la introducción de este género en la literatura bengalí. Sus cuentos cortos están escritos en una prosa rítmica, a menudo incluso poética, y cuya principal temática son las vidas de la gente corriente.

Tagore comenzó a escribir cuentos cortos cuando apenas tenía dieciséis años, en 1877, comenzando con Bhikharini (La mendiga). Los cuatro años entre 1891–1895 son definidos por los historiadores como el periodo "Sadhana" de Tagore (nombrado como uno de los magazines de Tagore). El fruto principal de este periodo forma cerca de la mitad de los cuentos en los tres volúmenes del Galpaguchchha, que es una colección de 84 relatos.

Tagore solía asociar sus primeros cuentos (como lo son los del periodo "Sadhana") con una exuberante vitalidad y espontaneidad; estas características estaban íntimamente relacionadas con la vida de Tagore en los pueblos de, entre otros, Patisar, Shajadpur, y Shilaida mientras gestionaba las amplias propiedades familiares.
"La senda transitada", de Rabindranath Tagore, forma parte de su libro "Lipika" publicado en el tomo 1 de sus obras selectas, por Edicomunicación, en Barcelona , el año 2003, con locución de Noelia Teruel, y música basada en "sonata en F, Hob XVI:23, II. Adagio" de Joseph Haydn.

miércoles, 5 de marzo de 2014

'El amanecer de un marido' con locución de Jesús Martínez González

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Como novelista

El estilo de este autor ha sido clasificado dentro de muchas categorías e incluso se ha dicho que muchas de sus novelas son de género incierto, sin embargo, varios autores han comentado la posible relación que existe entre sus obras y sus columnas

La relación se puede dar por las influencias picarescas en novelas tales como Asuntos de un hidalgo disoluto, en otras palabras, se trata de la voz del narrador como crítico, satírico de los temas que se tratan; y al respecto Jiménez afirma “El límite entre lo literario y lo periodístico puede llegar a ser difuso, y según Abad sólo puede ser visible a partir de dos términos: verdad y realidad”

Es así como la verdad y la realidad se vuelven focos de análisis para este autor, es por ello que en la entrevista concedida a Jiménez comenta que piensa en dos tipos de lectores para sus obras: "Tengo dos tipos de lector en mente, el que me odia y el que me quiere. Creo que tengo unos lectores habituados a mí, y quiero que esos lectores rompan ese horizonte de expectativa. Me parece que a los lectores hay que darles un remezón, hay que desconcertarlos, para que te sigan leyendo y no piensen que todo está dicho".

Por lo tanto, se puede ver que por medio de la verdad (mayormente en sus columnas) y las distorsiones de la realidad, Faciolince apunta a cautivar al lector en una continua renovación del interés por el tema en cuestión. Cuando parece que Abad Faciolince se desprende de los géneros literarios, lo que hace es navegar por ellos en busca de una constante innovación digna del lector que se interesa en su estilo narrativo. En novelas tales como Angosta del, se pueden ver claramente temas como la infidelidad, el oficio de escribir, entre otros haciendo visible la estrecha unión entre los temas tratados en las columnas y las novelas y sus personajes.

Además de esto a Héctor Abad Faciolince se lo ha catalogado para posibles nuevos cánones de la literatura latinoamericana y colombiana. Rivera al respecto propone la denominada «generación mutante» compuesta de los autores: Julio César Londoño, Rigoberto Gil Montoya, Santiago Gamboa, Octavio Escobar Giraldo, Philip Potdevin, Héctor Abad Faciolince y Jorge Franco Ramos,10 en donde los aspectos fundamentales para este grupo son la remitologización de temáticas universales, la revisitación del pasado, la hibridación de la cultura popular y lo urbano, el escepticismo ideológico e ironía crítica, la literatura sin pretensiones regionales, nacionales o universales, la muerte del autor y la relación de la literatura y el hombre con las tecnologías virtuales. O así mismo, es importante ver cómo Escobar realiza una clara selección de cuatro autores que considera representativos de Colombia en su libro Cuatro náufragos de la palabra, en donde habla de que ellos “revelan parte de a esencia de nuestra cultura”

Otros libros del autor

 Angosta 

 Basura

 Fragmentos de amor furtivo 

 El olvido que seremos 

 Oriente empieza en El Cairo 

 Traiciones de la memoria 



"El amanecer de un marido", de Héctor Abad Faciolince, forma parte del libro del mismo título, editado por Seix Barral, el año 2008, con locución de Jesús Martínez González, y música basada e n "sonata nº 1 en G mayor, op.78, 2-Adagio" de Johannes Brahms.

sábado, 1 de marzo de 2014

'Soñando Praga' con locución de Lázaro Giménez

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Pero no soporta quedarse en mi interior y me arrebata sin objetivo alguno (El comerciante, Franz Kafka)

Así comienza el relato "Soñando Praga" perteneciente al libro "El mismo fuego", publicado por la editorial Círculo Rojo. El libro comprende las confesiones íntimas y las obsesiones de personajes dispares que, en unos casos, anhelan la vida que nunca tuvieron, en otros sienten pena de la que llevan o que están instalados en la biografía que le hubiera correspondido a otras personas.

Todos se consumen y alimentan de "el mismo fuego" existencial de la narración de Giménez, que presenta en su ópera prima una variopinta galería de personajes encerrados en una decena de relatos.

Un escritor enamorado de la protagonista del libro que le lanzó a la fama; un matrimonio aislado por la nieve e instalado en los reproches; un oficinista gris que sueña con viajar a Praga; un bibliotecario con la misión enciclopédica de abordar la historia completa de la literatura universal, o un detective obsesionado con el culo de la mujer a la que investiga, son algunos de sus personajes.

Sobre el autor

Giménez (Lorca, 1983) desarrolla su trabajo como periodista en la cadena SER y satisface su pasión por la crítica literaria y su avidez lectora en su blog untipodeletras.net.







"Soñando Praga", de Lázaro Giménez, que forma parte del libro "el mismo fuego", editado por Círculo rojo, el año 2013, con locución del propio autor, y música basada en "escena en el campo" de la "Sinfonía Fantastica" de Héctor Berlioz, y un breve fragmento de "Vltava" del poema sinfónico "Ma Vlast" de Bedrich Smetana