Mamá con locución de Elena Culicovschi

 

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"Mamá", de Leónidas Andréiev, forma parte del libro “Cuentos de mujeres europeas”, editado por Clan, el año 2006, con locución de Elena Culicovschi, y música de Serenade de Schubert

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¡MAMÁ!

Por Florbela Espanca

Noche negra y tormentosa! En el cielo no lucía ni una estrella, el viento soplaba violentamente y los copos de nieve envolvían, como una albina mortaja, la aldea dormida. Sólo en la lejanía ardían las miles de luces del soberbio castillo. Perfumes, flores, sedas, encajes, y aquí fuera, en una humilde choza al mar­gen del camino, hambre, miseria y lamentos. Vivía allí una pobre campesina con dos hijos pequeños. Flacos y enfermizos, mendi­gaban por las casonas. Ahora lloraban. Tenían hambre y no tenían pan, los míseros pequeñuelos.

En el único aposento sólo se veía un jergón donde, con la cabeza entre las manos, la pobre madre pensaba, tal vez, en el negro futuro de los dos niños.

Sin embargo, en singular contraste con la miseria del chamizo, había también una cuna elegante y linda, envuelta en encajes y armiños. Dentro de la misma dormía un hermoso niño, con la linda cabecita enmarcada en los dorados rizos de su rubio cabe­llo. Sus labios dibujaban una suave sonrisa de ángel durmiente.

La puerta se abrió de repente. Una mujer divinamente hermo­sa, envuelta en ondas de encajes y sedas, y arrastrando con altivez la larga cola de su vestido, entró en la choza.

La campesina se levantó sorprendida, mientras la hidalga adulada y codiciada, que tenía a sus pies innumerables adorado­res, se arrodilló humildemente, no importándole arrugar los caros encajes de su opulento vestido de baile, delante de la cuni­ta del hijo del delito, a quien tenía que besar furtivamente; inclinó la cabeza y dos lágrimas brillantes como gotas de rocío se derra­maron de sus ojos, resbalaron por sus mejillas y fueron a caer sobre la carita del pequeño que, con su sonrisa de ángel, balbu­ceó mimoso:

—¡Mamá!