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viernes, 2 de junio de 2023

Quietecito con locución de Elena Hernández

 




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“Quietecito” de José Antonio Muñoz Rojas forma parte del libro “Las musarañas” editado por Pretextos, 2002 y con locución de Elena Hernández

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QUETECITO


-Tú, quédate ahí quietecito.

La silla era baja. La habitación grande. Quietecito . E.l tiempo pasaba. Estarse quietecito era asomarse dentro. Dentro era vasto, temeroso. Alegre otras veces. Estaba vacío. Estábamos nosotros por dentro. Era la única manera de estarse quietecito.

Aquella vastedad frente a la diminuta figura que avan­zaba era estremecedora . Quietecito. Había muchas cosas en que pensar. Estaban los pájaros, estaban los insectos, esta­ban las palabras susurradas .

-Cuando seas mayor te darás cuenta.

Ser mayor. Siendo mayor era fácil todo. Se podía tener todo, hacelo todo. Dar un salto, salir a toda hora, hablar alto, pisar fuerte, encerrarse a hablar, echarse novia . Usar chaleco, tener reloj.

-Son las dos. O las tres.

Los mayores lo tenían todo resuelto. Alcanzaban las cosas, sin tener que encaramarse a una silla. Salían cuando querían. Nadie les decía:

-Tú, estáte ahí quietecito.

Quietecito. Por dentro nada quedaba quieto. Al contrario. Mientras más quieto por fuera más alborotado, a veces, por dentro. Era como un vapor, como una prisa, como una lástima de estarse perdiendo algo, qué se yo qué, que acababa por destaparse y hacernos salir corriendo y dejar la pobre silla abandonada.



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